Pro, el partido que permitió a Mauricio Macri llegar a la presidencia, atraviesa su mayor crisis. Hay antiguos dirigentes o intendentes de la fuerza en todo el país que caminan sin mapa ni brújula en el nuevo tablero de poder. No saben si deben pararse en la vereda del oficialismo o de la oposición ante la incertidumbre por el devenir económico y la incógnita sobre el corrimiento de sus votantes y la tolerancia social al experimento libertario.